Durante el siglo XX, el Estado de bienestar constituyó una de las conquistas sociales más significativas y determinantes del mundo contemporáneo, emergido a la estela de las guerras mundiales y formalizado en el período de expansión económica que dio seguimiento a la segunda guerra mundial, significando la promesa de una protección social universal: acceso a la salud pública, educación gratuita, pensiones dignas y apoyo ante los procesos de despedir a los trabajadores, pero, ¿qué queda de esta promesa en el siglo XXI?
📌 ¿Qué entendemos por Estado de Bienestar?
En el marco de este modelo de Estado se pone de manifiesto la relevancia que posee el papel que desempeña el Estado para la promoción de un conjunto de condiciones que han de entenderse como de bienestar económico y social para las personas, a lo que el Estado va a realizar un evidente determinado –por sus políticas públicas orientadas en la reducción de las desigualdades sociales; a que el acceso a los servicios básicos pueda hacer frente a las distintas necesidades sociales (cuidado de la salud, la educación, la vivienda o la Seguridad Social) en el marco del Estado del bienestar.
🌍 Transformaciones Globales
En el siglo XXI, los Estados de bienestar han enfrentado desafíos sin precedentes:
🔹 Globalización
Incremento de los mercados internacionales
El aumento de la dimensión de mercados internacionales ha originado tensiones para las economías nacionales. De esta manera, muchas empresas operan para trasladar a otros países aquellos con menor coste de trabajo, lo que supone una drástica reducción de la recaudación de impuestos en algunos sectores de algunas economías en las que hay una importante intervención estatal en términos de bienestar social.
🔹 Envejecimiento de la población
Por último, hay que considerar el envejecimiento de la población, la cual va al ir y que afecta, sobre todo, a Europa y Asia y que va asociado a un aumento en los gastos en pensiones y en salud, lo que tiende a tensionar los recursos públicos.
🔹 Crisis económicas
Desde la Gran Recesión de 2008 a la pandemia provocada por el COVID-19, muchas crisis económicas han hecho que los gobiernos replantearan sus modelos de protección social: unas han optado por recortes, otras se han aventurado a fortalecer sus redes de apoyo.
🔹 Avances tecnológicos
La automatización y la inteligencia artificial están modificando el mercado de trabajo de las sociedades. De una parte, muchos de los trabajos tradicionales desaparecen, pero también aparecen nuevas formas de trabajo más precarias, más desreguladas, que complican la financiación de los sistemas de protección social.
🧩 Nuevas Formas de Bienestar
Aunque muchos temen que el Estado de bienestar esté en retroceso, también hay innovaciones que apuntan hacia su evolución:
✅ Ingreso Básico Universal (IBU)
Con el ingreso básico universal, que se basa en pagar a todos los ciudadanos una cantidad de dinero fija desde el nacimiento y sin condicionalidades, son propuestas que han ido consolidándose como alternativas para hacer frente a la precarización laboral de la nueva era del trabajo.
✅ Digitalización de servicios sociales
Cada vez son más los países que recurren a las plataformas digitales para facilitar el acceso a los servicios del bienestar, mediante aplicaciones móviles para solicitar ayudas o sistemas de inteligencia artificial con el fin de detectar fraudes o necesidades urgentes.
✅ Enfoque en salud mental
La salud mental ha dejado de ser un tabú y se está incorporando como parte fundamental del bienestar integral, con programas públicos en expansión en muchos países.
📊 Casos Internacionales
🇳🇴 Noruega y los países nórdicos
Han mantenido modelos sólidos gracias a una alta recaudación fiscal y políticas inclusivas. Son considerados referentes en cuanto a equidad y calidad de vida.
🇺🇸 Estados Unidos
Tiene un sistema más limitado, con fuerte participación del sector privado. No obstante, en los últimos años se han ampliado programas como Medicaid y el crédito fiscal por hijos.
🇨🇱 América Latina Son muchos países los que han realizado esfuerzos por ampliar el acceso a salud y educación, existiendo grandes desigualdades. Programas como "Chile Solidario" o "Bolsa Família" en Brasil fueron modelos que se apreciaron regionalmente.
🔮 ¿Hacia Dónde Vamos? El futuro de los Estados de bienestar depende de la respuesta a los desafíos que tengan delante. Para bastantes/as autores/as expertos/as, bien se podría defender que su apuesta no es por reducir el bienestar, sino todo lo contrario, ya que se han empeñado en convertirlo en uno más resiliente, inclusivo y sostenible. En un mundo altamente interconectado, con desigualdades en aumento y cambios permanentes y constantes, la protección social no solo sigue siendo una necesidad, sino que, al mismo tiempo, es una de las herramientas (sino la más fundamental para garantizar la cohesión social y la dignidad humana.)
Conclusión
El Estado de bienestar no ha muerto. Está cambiando. Su evolución en el siglo XXI no será una réplica del pasado, sino una nueva construcción que combine solidaridad, innovación y justicia social.